Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera que eliminar la hepatitis del mundo en 2030 “no es un objetivo excesivamente ambicioso”. Y es que, en el caso de la hepatitis por VHC, la aparición de los nuevos antivirales de acción directa desarrollados por la industria farmacéutica ha permitido lo que parecía imposible hace unos pocos años: curar la enfermedad en el 95 por ciento de los casos en un plazo de apenas 12 semanas.
Gracias a ello, este virus es un importante ejemplo del cambio de paradigma que está viviendo el ámbito de la salud a través de la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos cada vez más precisos, eficaces y ajustados a cada tipo de paciente; medicamentos que en algunos casos, como el de la hepatitis C, son capaces de erradicar patologías que hasta ahora eran crónicas y suponían un sufrimiento prolongado para el paciente, abocado en ocasiones al trasplante hepático, y un importante consumo de recursos por parte de los sistemas sanitarios a lo largo de muchos años.
Los nuevos tratamientos antivirales combinados curan la enfermedad en el 95 por ciento de los casos en un plazo de 12 semanas, mientras que las terapias de primera generación curaban al 41 por ciento de los pacientes en 1999-2000 en 48 semanas.
Según reconoce la OMS, una vez halladas terapias eficaces contra el VHC, el reto a escala global reside en incrementar la tasa de diagnóstico y acceso a los tratamientos, ya que existen muchas diferencias en estos dos campos entre el mundo desarrollado y los países con menor nivel socioeconómico. En el caso de España, que cuenta con un Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, más de 76.000 pacientes han recibido los nuevos tratamientos, según datos del Ministerio de Sanidad, y están, en su inmensa mayoría, libres de enfermedad.
El plan español, cuyo desarrollo se prolongará hasta 2020, tiene entre sus objetivos en esta última etapa seguir garantizando el acceso a los tratamientos innovadores, cuya tasa de curación en España es del 97 por ciento de los casos, y extender las terapias a aquellos pacientes que presentan grados de fibrosis pulmonar menos significativas (F0 y F1).
Fuente: El Global.net