Por Pablo Plate Cánepa, Presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (ADIFAN).
Revista América Economía Perú
Ha culminado la etapa de negociación del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) que involucra a 12 países de la región Asia-Pacífico. Este acuerdo debe de pasar aún antes de su implementación, por el análisis, ratificación y firma según corresponda a la normativa legal de cada país miembro. Este trecho originará la necesidad de que los gobiernos respondan y expliquen detalles de lo negociado, debido a la difusa transparencia de la comunicación durante la etapa de negociación del TPP, situación que podrá realizarse con mayor precisión cuando circulen totalmente en español los textos oficiales de la negociación, que involucran amplia terminología jurídica.
Para el Perú, los acuerdos comerciales han sido priorizados como estratégicos, siendo generados para apoyar el crecimiento económico al lograr y consolidar nuevos mercados, amplios y permanentes, para sus exportaciones.
Así, con Estados Unidos de América, Canadá, Japón, México, Chile y Singapur, ya se contaba con Acuerdos o Tratados Comerciales, representando ellos a cifras del 2014, el 32.7% de las exportaciones peruanas. El TPP ofrecería la oportunidad de acceder, según el Ministerio de Comercio y Turismo (MINCETUR) del Perú, a un mercado adicional formado por Brunéi Darussalam, Malasia, Vietnam, Australia y Nueva Zelanda, países que en su conjunto representan actualmente sólo US$285 millones (0.7% de las exportaciones), pero que -según indica- genera un mercado potencial de US$2,250 millones.
Esta situación obligará a las autoridades peruanas a aclarar, con cifras, cuáles son las metas del crecimiento esperado (no potencial, que son generales) que permitirá alcanzar el objetivo de «promover un mayor crecimiento económico, generar más empleo y contribuir a alcanzar el desarrollo». Igualmente, se deberá cuantificar los beneficios que obtendrían las pymes peruanas, así como el crecimiento esperado para las exportaciones no tradicionales a estos países, por encima de los que ya se tiene con los acuerdos existentes.
Si bien es cierto, los supuestos beneficios económicos han sido la base para esta negociación por parte del Perú ya que los tratados comerciales internacionales son importantes para el desarrollo de un país, no hay que olvidar que existen puntos de la negociación que cada país debe defender por ser de importancia para su desarrollo interno.
De acuerdo a data del Banco Mundial, el Perú ocupa el penúltimo lugar en Sudamérica referido al gasto público per cápita en Salud. Igualmente, más del 30% de los peruanos no tiene acceso a ningún seguro de salud. Esta información da muestras claras que el objetivo de mejora de la Salud de los peruanos está permanentemente relegada en relación a otras prioridades. Educación y Salud son aspectos básicos para lograr el desarrollo de un país, siendo el derecho a la Salud consagrado en la Constitución Política del Perú.
En ese sentido, pese al compromiso del gobierno peruano de no ceder más allá de los acuerdos del TLC con Estados Unidos, en Propiedad Intelectual se ha cedido al otorgar período de protección de Datos de Prueba a productos biológicos no contemplados en dicho acuerdo. Con ello, se limita la competencia creando medidas para ampliar los monopolios en el creciente mercado de productos biológicos, dando la posibilidad de que puedan establecer y mantener precios exorbitantes, en detrimento de la economía y acceso a los medicamentos por parte de la población.
Esta situación propiciada por el MINCETUR en pública oposición a lo indicado por el Ministerio de Salud, obliga a pensar que lo económico primó nuevamente sobre lo social. La realidad actual del país, con problemas de infraestructura en Hospitales y Centros Médicos, insuficiente equipamiento médico, falta de accesibilidad a medicamentos, sueldos dignos a los profesionales de la salud, entre otros, percibidos por la población en el día a día, sin el presupuesto apropiado para resolverlo, obliga a que se tomen acciones a nivel político para solucionarlo.
Negar lo innegable no le hace ningún bien al país. El gobierno deberá aceptar que se vio obligado a ceder en la negociación, de tal manera que desarrolle, adopte y disponga las medidas apropiadas para no afectar a la población en su acceso futuro a los medicamentos y productos biológicos.
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