La tuberculosis sigue siendo la segunda causa de muerte por enfermedad infecciosa en las Américas (después del VIH/sida), pese a los importantes avances logrados en su control.
Al conmemorar el Día Mundial de la Tuberculosis, expertos de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) afirmaron que la tuberculosis podría eliminarse en la región si los países continúan e intensifican sus esfuerzos, y si todos los sectores de la sociedad se unen a la lucha contra esta enfermedad.
“Es mi aspiración que un día no muy lejano, podamos todos ver una América libre de tuberculosis. Esa meta sólo podrá ser cumplida con el compromiso de todos y todas”, afirmó la Directora de la OPS/OMS, doctora Mirta Roses.
En las Américas, unas 270.000 personas, de las cuales, 44.000 son niños, contraen tuberculosis cada año y cerca de 23.000 mueren por esta enfermedad. Sin embargo, estas cifras reflejan avances importantes obtenidos en las últimas décadas. Desde 1990 el número de casos de tuberculosis en las Américas ha disminuido 60% y las muertes por esa enfermedad se han reducido dos tercios.
La carga de la tuberculosis varía sustancialmente entre los países de la región. Haití, Surinam, Bolivia, Guyana y Perú tienen la mayor incidencia de tuberculosis (entre 106 y 230 cada 100.000 personas en 2010) en el continente, mientras que Brasil tiene el mayor número absoluto de casos (85.000 en 2010). Canadá, Cuba y los Estados Unidos tienen tasas más bajas con menos de 10 cada 100.000 personas.
En los países, la tuberculosis tiene un costo desproporcionado para las personas y las comunidades desfavorecidas. “La tuberculosis puede afectar a cualquier persona, incluyendo a los niños y jóvenes, muy especialmente a los pertenecientes a grupos sociales excluidos y empobrecidos, lo que repercute en el desarrollo de sus capacidades como seres humanos”, afirmó la doctora Roses.
Los países miembros de la OPS/OMS establecieron la meta de eliminar la tuberculosis del continente para 2050. En su mensaje por el Día Mundial de la Tuberculosis, la doctora Roses exhortó a los gobiernos, a la sociedad civil, a las comunidades, a los pacientes y todas las personas a que apoyen las actividades de control de la tuberculosis en las Américas a través de la difusión del mensaje de la campaña mundial de este año: “Terminar con la tuberculosis en nuestra generación”.
El progreso logrado en la región se debe, en gran parte, a la ejecución de la estrategia “Alto a la Tuberculosis” de la OMS con apoyo de la OPS. En esta estrategia se recalca el diagnóstico oportuno, el tratamiento universal y las combinaciones adecuadas de medicamentos antituberculosos. Un componente clave de la estrategia es el DOTS—tratamiento directamente observado de corta duración—mediante el cual el personal sanitario vigila directamente que los pacientes tomen sus medicamentos.
Pese al progreso constante en la reducción de la carga de la tuberculosis, los países de las Américas todavía enfrentan obstáculos para la eliminación de la enfermedad. Entre los más importante figuran:
- La propagación de la tuberculosis multirresistente, que no responde a los medicamentos de primera línea (2,9% del total de casos notificados) y la aparición de la tuberculosis extensamente resistente, que no responde a los medicamentos de segunda línea de uso común.
- Un aumento del número de enfermos con tuberculosis infectados con el VIH/sida (unos 35.000 casos en el 2010).
- Las debilidades del sistema de atención de salud en muchos países con una elevada carga de tuberculosis, en particular en los servicios de atención primaria.
Los expertos de la OPS afirman que la superación de estos obstáculos requiere la ejecución continua de la estrategia Alto a la Tuberculosis, pero con mejoras en varios campos clave:
- Fortalecimiento del tratamiento directamente observado para todo paciente, y expansión del apoyo de la comunidad.
- Mayor colaboración entre los programas de control de la tuberculosis y la infección por el VIH.
- La introducción de nuevas herramientas para diagnóstico rápido en las redes de laboratorios.
- Estrategias e intervenciones para poblaciones vulnerables, especialmente los niños.
Estos retos pueden enfrentarse si a los programas antituberculosos se les da suficiente apoyo político, financiero, administrativo y social, indican los expertos.
“Nuestros países han logrado grandes avances en la reducción de la carga de la tuberculosis, pero ahora es importante fortalecer nuestros esfuerzos”, dijo la doctora Mirtha del Granado, Asesora Regional de la OPS en materia de tuberculosis. “También debemos recordar que la tuberculosis sigue amenazando la salud de la población, la cual debe seguir apoyando y participando en las actividades de control de la tuberculosis”, añadió.
Acerca de la tuberculosis
La tuberculosis es causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que afecta los pulmones con mayor frecuencia. Una de cada tres personas en todo el mundo tiene tuberculosis latente, lo que significa que están infectadas pero no tienen ningún síntoma activo de la enfermedad y no pueden transmitirla.
La tuberculosis se transmite a través del aire cuando quienes tienen la infección pulmonar activa tosen, estornudan o escupen. El riesgo de que alguien infectado se enferme durante el transcurso de su vida es de 10%. Sin embargo, las personas con inmunodeficiencia, como quienes tienen la infección por el VIH, desnutrición o diabetes, o los consumidores de tabaco, tienen un riesgo mayor de enfermarse. Los síntomas de tuberculosis pulmonar incluyen tos de más de dos a tres semanas de duración, adelgazamiento, fiebre, sudores nocturnos, inapetencia y tos con sangre. La enfermedad es curable, pero puede ser mortal si no se trata. El tratamiento suele durar seis meses y cuesta US$100 en muchos países en desarrollo.
Día Mundial de la Tuberculosis, 24 de marzo
El Día Mundial de la Tuberculosis conmemora la fecha en la que el doctor Robert Koch anunció que había descubierto el bacilo causante de la tuberculosis. Cuando lo anunció en 1882, en Berlín, la tuberculosis hacía estragos en Europa y las Américas, en tanto mataba a una de cada siete personas. El descubrimiento de Koch abrió el camino para diagnosticar y curar la enfermedad.
Fuente: Portal de la OPS